- El Clan, la red de tráfico de influencias de los hijos de López Obrador ampliamente documentada por diversos medios.
- La obvia colusión entre el crimen organizado y el ejército sobre todo en aduanas, donde han dejado pasar millones de armas y todo el contrabando chino
- La casa gris que funcionarios de Baker Hughes, uno de los contratistas de PEMEX, facilitaron en Houston al hijo de AMLO. Mientras el vástago habitaba el inmueble, Baker Hughes ganó millonarias ampliaciones a los contratos que tenía con Pemex. La impunidad que prevaleció sobre el mayor fraude jamás cometido en México, el de Segalmex y el haber premiado a quién perpetró dicho fraude con el que sigue, el del Infornavit
- El huachicol fiscal, la red de contrabando de gasolinas desde los Estados Unidos operada por personajes que ya fueron silenciados o como dicen los terroristas, jubilados. Son millones de barriles que en los libros de comercio exterior de EU aparecen como exportados pero en México no existe registro alguno que hayan entrado al país. En el centro de esta estafa está nada más ni nada menos que el secretario de educación pública y exdirigente del PRIMOR
- El Peje se hizo no una ni dos sino tres colinas; Dos Bocas, Tren Maya y AIFA, obras faraónicas, sin pies ni cabeza, sin estudios previos de factibilidad ni de mercado que van a pasar a la historia, junto con su rancho, como las colinas de este perro. Hoy es obvio que todas esas obras, que ya han sido opacadas al ser consideradas “información estratégica”, fueron impulsadas para dar contratos a los allegados de AMLO incluyendo a Carlos Slim
- La deuda de casi 30 mil millones de dólares que tienen PEMEX y la CFE con sus proveedores y el intento de quitas a lo chino que afectan a miles de empresas que confiaron en la paraestatal y hoy no tienen ni para pagar sus impuestos. Es tal la afectación a millones de familias que las acusaciones de corrupción en PEMEX corren como reguero de pólvora
- A pesar de su obvio enriquecimiento, sus desplantes, lujos y su despilfarro, de presumir viajes , ropa y joyas en las redes sociales, no ha caído un solo corrupto en los últimos siete años. Mientras Peña Nieto si metió a exgobernadores, exsecretarios de estado en la cárcel, mientras que Zedillo hizo pagar a Raúl por la corrupción de Carlos Salinas, los de Morena son intocables
- El saludo de AMLO a la mamá del Chapo, la liberación de Ovidio, la elección de Rocha Moya en Sinaloa. Ya lo dice la máxima de Reyes Heróles, “En política, la forma es el fondo” y por ello es que en Política, si hace como pato, camina como pato, grazna como pato y mueve la cola como pato, es pato y no ganso y si parece corrupción, hede a corrupción y sale pus que apesta, es corrupción
- Los sobres amarillos y todos los videos en los que los mismos hermanos y parientes de López Obrador aparecen en videos recibiendo carretadas de dinero para financiar sus campañas políticas o bien, como “donativos’ para el “movimiento”.
- La reforma judicial, una auténtica Carta Magna Narca, que garantiza la opacidad, la no rendición de cuentas a los incondicionales al régimen y encabezada por Zaldivar, a quién la Vox Populi ya califica como el más corrupto de todos los presidentes de la suprema corte de justicia en la hotoria. Una reforma judicial impuesta por la fuerza y aderezada con la eliminación de todos los organismos autónomos y de rendición de cuentas
Podrán argumentar lo que quieran pero en los hechos, y medido por organismos internacionales, México NUNCA había sido más corrupto y hay elementos de sobra para justificarlo. El discurso anticorrupción ya no da más de si, la evidencia es sobrecogedora, ya éramos muchos y parió AMLO y su familia.
Hoy día, el consuelo que tienen los que apoyan al PRIMOR es “cuando menos somos nosotros y no los del PRIAN los que estamos robando”. Pero incluso ellos son incapaces ya de ocultar el sol con un dedo. Entre otras cosas, el de AMLO ya pasó a la historia como el sexenio más corrupto en la historia, vale la pena repetirlo, EL SEXENIO MAS CORRUPTO EN LA HISTORIA y esto apenas comienza porque hay mucho morenista al que todavía no le hace justicia la cuarta transformación.
